lunes, 10 de junio de 2013

Justificación de Posiciones ante los Valores



JUSTIFICACIÓN DE POSICIONES ANTE LOS VALORES

La obra versa - al igual que El principito - en uno de los valores fundamentales del ser humano: la amistad. Como ser que vive en sociedad, el hombre depende de la amistad entablada con los otros para desarrollarse afectivamente y en forma plena.

Por ello, Cocorí encuentra en sus amigos (doña Modorra y el Tití) el apoyo que le permite adentrase en la selva en busca de la respuesta a su pregunta de porqué su Rosa vivió tan poco y otros tienen más años que "las hojas del roble" (p.32), "las yerbas del monte" (p. 33), "las semillas del higo" (p. 34), "las arenas del mar" (p.36).

Doña Modorra vence el miedo y lo acompaña; además lo salva varias veces con sus prudentes consejos así demuestra su agradecimiento y amor (otros valores importantes) por el niño, quien también la socorrió cuando ella lo necesitó.

Ej.

"A doña Modorra el terror lo paraliza. Está hecha una gelatina de miedo dentro de su concha. Pero, dominándose, por el amor a su prójimo, le grita:
- ¡Cocorí, no corras en línea recta porque te alcanza! ¡Corre haciendo círculos!" (p.51)

La acción oscila alrededor de la corta vida de la Rosa; desde el epígrafe (cita que encabeza la obra literaria) se deja entrever la importancia de este personaje personificación al igual que los animales, quienes poseen hasta el don de hablar.

El epígrafe dice:
"A breve vida nace destinada, 
sus edades son horas en un día." Quevedo.

La Rosa despierta en Cocorí valores (así como los despertó en el Principito de responsabilidad, cariño, ternura) Tales como: bondad, generosidad, amor, amabilidad.

 Ejs.
"Todo le parecía amable y hermosa." (9. 25)

"¡Es cierto! por ella salvé yo a
doña Modorra - recordó. Por
ella rescaté al Tití y por ella me
atreví a vencer la selva - y
comenzó a ensancharse le una
sonrisa en el rostro." (9. 76)

otro valor que se destaca es el amor maternal, el cual perdona la desobediencia y olvida la preocupación que sintió por el destino del hijo perdido.

El.

"- ¡Mi chiquitito! ¿dónde estabas hijo mío? ¿Qué te habías hecho? - Y los besos llevían sobre el rostro del negrito." (p. 79)

No hay comentarios:

Publicar un comentario